martes, 17 de junio de 2014

Autores del 98

La generación del 98

   Es el nombre con el que se ha reunido tradicionalmente a un grupo de escritores, ensayistas y poetas españoles que se vieron profundamente afectados por la crisis moral, política y social acarreada en España por la derrota militar en la guerra hispano-estadounidense y la consiguiente pérdida de Puerto Rico, Guam, Cuba y las Filipinas en 1898. Todos los autores y grandes poetas englobados en esta generación nacen entre 1864 y 1876. Entre los integrantes más significativos de este grupo podemos citar a Ángel Ganivet, Miguel de Unamuno, Enrique de Mesa, Ramiro de Maeztu, Azorín, Antonio Machado, los hermanos Pío y Ricardo Baroja, Ramón María del Valle-Inclán

Características:

Distinguieron entre una España real miserable y otra España oficial falsa y aparente. Su preocupación por la identidad de lo español está en el origen del llamado debate sobre el Ser de España, que continuó aún en las siguientes generaciones.  2. Sienten un gran interés y amor por la Castilla miserable de los pueblos abandonados y polvorientos; revalorizan su paisaje y sus tradiciones, su lenguaje castizo y espontáneo. Recorren las dos mesetas escribiendo libros de viajes, resucitan y estudian los mitos literarios españoles y el Romancero. Rompen y renuevan los moldes clásicos de los géneros literarios, creando nuevas formas en todos ellos. prefiriendo un lenguaje más cercano a la lengua de la calle, de sintaxis más corta y carácter impresionista; recuperaron las palabras tradicionales y castizas campesinas. El pesimismo es la actitud más corriente entre ellos y la actitud crítica y descontentadiza les hace simpatizar con románticos como Mariano José de Larra, al que dedicaron un homenaje. Ideológicamente comparten las tesis del Regeneracionismo, en particular de Joaquín Costa, que ilustran de forma artística y subjetiva. Ofrecen un carácter subjetivo en sus obras. La subjetividad toma mucha importancia en la Generación del 98 y en el modernismo.
                                                                    
                                                              (Angel Gavinet) 


                                                                              






(Enrique de Mesa)

  

                                                                                       (Azorín)







                                                                                              

lunes, 16 de junio de 2014

Los electricos años 80



   Durante la década de los ochenta en Venezuela se produce un cambio en las condiciones de acumulación que se caracteriza por la pérdida de importancia de la renta petrolera como mecanismo de acumulación y distribución y una devaluación del bolívar en 1983 "Viernes negro".

    Los años ochentas fueron muy fructíferos para la música en Venezuela, una oleada de cantantes fue apareciendo, cautivando a las masas con sus baladas; con tonadas que quedaron grabadas en nuestra memoria y que cada vez que las escuchamos, nos trasladan de inmediato a aquella preciosa época.
Canciones llenas de sentimiento con letras inolvidables que llegaban a todos los rincones a través de las emisoras radiales; algunas se afianzaron aun más al ser parte de las novelas que hicieron historia en la televisión venezolana y en el mundo, como “Cristal”, “Topacio”, “Abigail”, entre otras.

   Venezuela en los 80´s, esa grande época que marco hito de una Venezuela saudita, quizás la década que escribió mayor historia en cuando al mundo del espectáculo, donde Venezuela era escenario de grandes artistas internacionales, artistas que estaban en auge en el mundo entero, pero también fue la época de mayor crecimiento de artistas propios o criollos, Melissa, Elisa Rego, Yordano, Edio Di Marzo, Miguel Moly, Roberto Antonio, Colina, Popy, Enrique y Ana (españoles pero en Venezuela eran los primeros), Ilan Chster, Franco de Vita, Ricardo Montaner, Guillermo Dávila, María Conchita Alonso, Daiquiri, Fernando y Juan Carlos, Natusha, Diveana, Azabache, Menudo (Para ese entonces era prácticamente venezolano-puertoriqueño), Unicornio, Aditus, Los Chamos, Sergio Pérez, Rudy Márquez, Rudy la Scala, Carlos Mata, Marlene, Karina, Zapato 3, Tempano, las bandas que siempre han existido desde hace décadas como Los Melodicos, Billos Caracas Boy´s, Dimensión Latina, Otras bandas de Rock Como Seguridad Nacional, Feed Back, WAG, la guerra de Minitecas como ZC, la copia disfraz de Locomia en Venezuela que se llamaba Los Piratas del Caribe, y un sin fin de cantantes, grupos y movimientos de aquellos años que a muchos le traen nostalgia y buenos recuerdos.



Musica de la mitad del siglo XX


  Estilos de música en la segunda mitad del siglo XX


  Música clásica: 

 A mediados de los años sesenta se puede hablar de nueva generación de compositores formados en Santa Capilla. Así, tenemos nombres como José Antonio Abreu (1939), Alba Quintanilla (1944), Francisco Rodrigo (1938), Luis Morales Bance (1945) y Federico Ruiz (1948), entre otros.

 el estreno en 1961 de la obra "Casualismos" de Rházes Hernández López marca el inicio en Venezuela de la así llamada "vanguardia musical" esta pieza marca la primera intención en Venezuela de utilizar procedimientos nuevos de composición de técnicas que ya se venían practicando desde comienzos del siglo en Europa.

  Música popular: 

A partir de los años 50 aparecieron las orquestas tipo banda bailables que constaban de cinco saxofones, dos trombones, tres trompetas, bajo, piano, y la percusión correspondiente, de congas, bongó, güiro, maracas y timbales como los Melódicos, Los Billos Caracas Boys y Aldemaro Romero, sus estilos musicales eran Guarachas, Merengues (Dominicanos y Venezolanos), boleros, pasadobles, entre otros.

La salsa:  La salsa nació de la fusion de ritmos y patrones caribeños que comenzaban a producir en la década de los 70 Cubanos y Puertoriqueños residentes en New York, lo que se extendió entre los Melómanos, bajo el vocablo salsa, a este "concepto" se difundió a lo largo y ancho de nuestra patria, y desde aquí lo exportamos a New York, al Caribe y de ahí al Mundo entero.
Sus interpretes mas famosos en Venezuela fueron: Federico y su Combo Latino, La "Dimensión Latina" con Wladimir Lozano y Oscar D' León.
(Wladimir Lozano)              
                                                                                                   
                                                                                                       (Federico y su combo latino)

                                                                                   

 


(Oscar D'Leon)


Uno de los grandes éxitos de la Dimensión Latina fue "Sigue tu camino" con Oscar D'Leon:






miércoles, 11 de junio de 2014

Poetas de la segunda mitad del siglo XX

No cabe duda de que el siglo XX venezolano ha sido el más productivo e innovador en lo que a la poesía nacional se refiere. Es este el siglo de la modernidad poética, pero también el de las vanguardias, las agrupaciones literarias, la poesía de carácter social, la poesía experimental y, para llamarla de alguna manera, la lírica adscrita a lo que algunos han denominado la postmodernidad.
    Fernando Paz Castillo (1893-1981) por el devenir de la poesía venezolana. Su lírica, que se inaugura con la primera publicación de La voz de los cuatro vientos (1931), se distinguio por ser marcadamente reflexiva, llegando a la sutileza de un tono que se percibe filosófico, pero que se refugia naturalmente en unas imágenes que moderan los poemas. casi seleccionados al azar, dan cuenta de esa lucha entre la imagen y el pensamiento profundo de la que habláramos. En 1964 se publica su más celebrado poema, titulado El muro. Es, se podría decir, una de las más preciadas joyas de nuestra poesía: el más profundo, reflexivo, contemplativo y contenido poema de nuestra modernidad literaria. De nuevo, imagen y pensamiento se encuentran, pero no ya para disputarse terreno sino para complementarse en un acoplamiento perfecto. El tono metafísico de este texto expresa la angustia de una voz que se admira ante la creación de Dios y que se rinde, amorosa, ante la presencia insalvable de la muerte.
            
   Antonio Arráiz (1903-1962). Es otro de los puntales en los que se apoya la presencia de la modernidad poética venezolana. Arráiz fue un hombre multifacético: además de poeta y narrador, fue periodista (director-fundador de El Nacional, de Caracas), activista político y editor. Un par de versos, pertenecientes a su Parsimonia, vienen automáticamente a la memoria, cada vez que se le nombra: Quiero estarme en ti, junto a ti, sobre ti, Venezuela, pese aun a ti misma.
   María Calcaño (1906-1956) Nacida en Maracaibo. Su obra transmitía un erotismo marcado y una expresión de la sexualidad femenina, del reconocimiento del cuerpo de mujer. su producción poética: Canciones que oyeron mis últimas muñecas (1956) y Entre la luna y los hombres, publicado póstuma mente en 1960. Desde ese erotismo patente, mas nunca vulgar, se desprende lo que de moderno tiene su poética. Su palabra es directa, a veces cruda, desenfadada y esto –quizás– haya provocado el soslayo de la mirada de la crítica del momento.
    Vicente Gerbasi (1913-1992) Nacido en Canoabo, estado Carabobo. es para muchos el gran poeta del siglo XX venezolano. Dueño de un decir que explota en maravillosos fuegos verbales, este representativo poeta perteneció al siempre citado grupo “Viernes”, suerte de buque insignia de la vanguardia poética en Venezuela. su más celebrado poema es Mi padre, el inmigrante (1945), extenso texto que, con una imaginería personal, a ratos proveniente del mundo onírico y del subconsciente, construye sobre la base de dos mundos, dos paisajes, el de la aldea italiana del padre y el del trópico venezolano. Su libro, Diamante fúnebre (1991), es asimismo uno de los más hermosos y sentidos poemas elegíacos que Gerbasi compusiera en memoria de su desparecida y amada compañera, Consuelo.
    Juan Liscano (1915-2001) es otro de los nombres que no deben olvidarse al referirse a la poesía venezolana del pasado siglo. Este autor no lo es solo de la fabulosa obra poética que generó, sino que además fue un ensayista apasionado. Entre sus obras en otros géneros escribió y publicó una de las historias literarias más consultadas cuando se emprenden trabajos de investigación en la materia: Panorama de la literatura venezolana actual (1973). Entre su extensa obra, hay una vertiente que conviene mencionar y es la de su poesía erótico-cósmica. Cármenes (1966) es quizás el libro más emblemático en este orden de ideas. En este, la trascendencia del alma a través de la carnalidad, el acto sexual. El poema “Pareja sin historia” es simbólico en este sentido. De obligada mención son también sus libros Nuevo mundo Orinoco (1959), Fundaciones (1981), Myesis (1982) y Recuerdo del Adán caído.
           
   Ana Enriqueta Terán (1915). Es uno de los hitos vivos de la gran poesía escrita por mujeres del siglo que antecede a este. Cultora por igual del verso tradicional (una verdadera maestra del endecasílabo) y del verso libre no carente de cuidado ritmo y elevada musicalidad.Testimonio (1954), De bosque a bosque (1971), Libro de los oficios (1975), Música con pie de salmo (1985), Casa de hablas (1991), que recoge toda la obra publicada hasta entonces, y Albatros(1992). El rigor de la estructura de muchos de sus textos acusa su formación clásica. Luego de un período de mutismo resurge con nuevo vigor y con toda la fuerza espiritual que se respira en muchos de sus libros.

   Elena Vera (1985) en su estudio de la poesía nacional correspondiente a los años que van de 1958 a 1983. Tal momento está signado, según nuestra aeda investigadora, por la llegada de dos poetas fundamentales: Juan Sánchez Peláez (1922-2003) y Hesnor Rivera (1928-2000). Ambos  practican un surrealismo propio de cada uno de ellos, ambos estuvieron en contacto con el grupo “Mandrágora” de Chile, que inició esta corriente en Latinoamérica; ambos pertenecieron a las ciudades más conmovidas por el auge petrolero y el desarrollo económico y social, como lo son Caracas, en un caso, y Maracaibo, en el otro. Pasa por el laboratorio anímico, que representa la poesía, toda la experiencia de vida y el resultado es una palabra signada por un nuevo lenguaje (fragmentarismo, psiquismo activo, impersonalidad, cierta condición de incomunicación o de comunicación diversa, y uso del poema en prosa, entre otras características). 

   Sánchez Peláez debuta con un libro extraordinario que no va a ir muy atrás de los venideros. Se trata de Elena y los elementos (1951). En este el erotismo, un lenguaje centrado en las imágenes y alejado de los conceptos, destellos del subconsciente y ordenamiento sintáctico caprichoso, dan cuenta de una búsqueda propia que continuará, de alguna manera en Animal de costumbre (1959), Filiación oscura (1966), Un día sea (1965), Lo huidizo y lo permanente (1969), Rasgos comunes (1975), Por cuál causa o nostalgia (1981) y Aire sobre el aire (1989).  Hesnor Rivera, en cambio, publicará con cierta tardanza su primer libro, En la red de los éxodos (1963), al que le seguirán muchos títulos entre los que se pueden mencionar Superficie del enigma (1967), Persistencia del desvelo (1976), Elegía a medias (1978), El acoso de las cosas (1981) y Los encuentros en las tormentas del huésped (1988). En ellos la nostalgia, un sentimiento de dolor por la vida y una sensación de amatividad inconclusa se traducen en imágenes particularísimas que se resuelven en una poética única y de hondo sentido lírico. 



                                                                                                 (Juan Liscano)
(Fernando Paz Castillo)   

 Poema de Vicente Gerbasi y un poema de Eugenio Montejo.
 VICENTE GERBASI POR RAYMA  EUGENIO MONTEJO, POR RAYMA

lunes, 9 de junio de 2014

Biografia de Eugenio Ionesco


Eugenio Ionesco

   Eugenio Ionesco,26 de noviembre de 1909 París, Francia, Fue un dramaturgo y escritor francés de origen rumano, elegido miembro de la Academia francesa el 22 de enero de 1970. Fue uno de los principales dramaturgos del teatro del absurdo.

  Murió en 1994 y está enterrado en el cementerio de Montparnasse en París.
  Su primera obra de teatro, La cantante calva se estrenó en el Théâtre des Noctambules en 1950, pero su inteligencia, novedad y ruptura con la lógica lo llevan a la fama, fama que no lo abandonaría en sus posteriores obras. Fue, junto al irlandés Samuel Beckett, el padre del teatro del absurdo, mediante el cual él hace "de un texto burlesco, un juego dramático; y de un texto dramático un juego burlesco". Más allá de la mera ridiculización de situaciones banales, las obras de Ionesco dibujan de modo tangible la soledad de los humanos y la insignificancia de la adoración a ídolos vacíos, entre otros temas.

Lista de sus obras mas conocidas:
  • La cantante calva (1950)
  • El rinoceronte (1959)
  • La lección (1950)
  • El rey se muere (1962)





                                                                                                 



        




                                                       
                                                 

martes, 3 de junio de 2014

William Shakespear

 

(Stratford on Avon, Reino Unido, 1564-id., 1616) Dramaturgo y poeta inglés. Tercero de los ocho hijos de John Shakespeare y Mary Arden, cuya familia había sufrido. Poco o nada se sabe de la niñez y adolescencia de William Shakespeare.
  William Shakespeare

Siempre se ha considerado a Shakespeare como una persona culta, pero no en exceso, y ello ha posibilitado el nacimiento de teorías según las cuales habría sido tan sólo el hombre de paja de alguien deseoso de permanecer en el anonimato literario. A ello ha contribuido también el hecho de que no se disponga en absoluto de escritos o cartas personales del autor, quien parece que sólo escribió, aparte de su producción poética, obras para la escena.
La andadura de Shakespeare como dramaturgo empezó tras su traslado a Londres, donde rápidamente adquirió fama y popularidad en su trabajo para la compañía Chaberlain’s Men, más tarde conocida como King’s Men, propietaria de dos teatros, The Globe y Blackfriars. También representó, con éxito, en la corte. Sus inicios fueron, sin embargo, humildes, y según las fuentes trabajó en los más variados oficios, si bien parece razonable suponer que estuvo desde el principio relacionado con el teatro, puesto que antes de consagrarse como autor se le conocía ya como actor

A partir de 1600, Shakespeare publica las grandes tragedias y las llamadas «comedias oscuras». Los grandes temas son tratados en las obras de este período con los acentos más ambiciosos, y sin embargo lo trágico surge siempre del detalle realista o del penetrante tratamiento psicológico del personaje, que induce al espectador a identificarse con él: así, Hamlet refleja la incapacidad de actuar ante el dilema moral entre venganza y perdón; Otelo, la crueldad gratuita de los celos; y Macbeth, la cruel tentación del poder.
En sus últimas obras, a partir de 1608, cambia de registro y entra en el género de la tragicomedia, a menudo con un final feliz en el que se entrevé la posibilidad de la reconciliación, como sucede en Pericles. Shakespeare publicó en vida tan sólo 16 de las obras que se le atribuyen; por ello, algunas de ellas posiblemente se hubieran perdido de no publicarse (pocos años después de la muerte del poeta) el Folio, volumen recopilatorio que serviría de base para todas las ediciones posteriores.

   A continuación le mostraremos las primeras escenas de la obra Otelo escrita por William Shakespeare: